Reding41 | Salón

El suelo de mosaico Nolla como elemento joya de esta casa ha marcado el proyecto de diseño interior en toda la vivienda, y a pesar de que no todas las habitaciones tienen este tipo de suelo, sí está presente en la mayor parte de la casa. En un anterior post os contamos qué es y la historia que hay detrás de este  pavimento cerámico de alta calidad, y cómo su utilización y recuperación se ha convertido en los últimos años en objetivo de muchos arquitectos e interioristas. 

A la hora de seleccionar los muebles del salón, y siguiendo con la premisa de darle el máximo protagonismo al mosaico Nolla, seleccionamos muebles de la firma Pianca, ligeros, colgados, con patas elevadas, para respetar el suelo al máximo. 

Las telas son de la firma Casamance, y elegimos un tono neutro en el sofá para que destacaran los tonos del mosaico Nolla. Toques de azules y tierras en los cojines, las mismas tonalidades del suelo. Al considerar este suelo una joya, hay que cuidar también el uso de las alfombras, de ahí también el tono neutro con acabado vintage que elegimos para la alfombra. Las mesas de centro, también de la firma Pianca, son de estética minimalista, y  le dan un toque actual a la estancia. 

No hemos utilizado cortinas porque no queríamos tapar las maravillosas ventanas, y tienen contraventanas de persianas mallorquinas en caso de que sea necesario tapar la luz. Como ya os comentamos, las ventanas y puertas son las originales de la casa y decidimos conservarlas y recuperarlas (en un post anterior os contamos el proceso de recuperación de las puertas y ventanas). La vista además es maravillosa, ya que enfrente se encuentra el ”Palacio de la Tinta”, un edificio de influencia francesa construido en el año 1908, por lo que la sensación al mirar a través de las ventanas del salón es de estar en la romántica ciudad de París. 

Para las paredes hemos usado las pinturas de la firma inglesa Farrow&Ball. 

Las obras de toda la vivienda las seleccionamos con la ayuda de Marta del Corral, reconocida gestora cultural de Málaga, y quisimos que fueran artistas locales los que culminaran con sus obras nuestro proyecto de interiorismo. 

Las dos obras del salón son de Enrique Brinkmann, nacido en 1938, y cuya obra forma parte de relevantes instituciones y museos como el MOMA de Nueva York, “Puntos y Manchas en Positivo” (2014), y “Puntos y Manchas en Negativo” (2014).